Frente al odio, organización: la lección del Quinto Regimiento

Javier Parra

La historia de España —incluso mucho antes de que pudiera llamarse así— es la historia de sus pueblos luchando por el pan, por la justicia social, por la paz y por la libertad. Una historia de gestas colectivas, esperanzas compartidas y avances históricamente imparables, pero también marcada por trágicas derrotas que sumieron al país en periodos oscuros.

Desde la revuelta de los Comuneros, cuando las ciudades castellanas se alzaron contra el poder imperial hasta las Germanías de Valencia y Mallorca, donde artesanos y campesinos desafi aron los privilegios feudales, el pueblo siempre ha resistido a los poderosos y a las fuerzas de la reacción. Padilla, Bravo y Maldonado, decapitados en Villalar; el militar Rafael de Riego, ahorcado por obligar al rey a jurar la Constitución de Cádiz; o Torrijos y sus compañeros, fusilados en una playa de Málaga, son solo algunos ejemplos de nuestra Historia.

En el siglo XX, la Segunda República encarnó el anhelo de una España nueva, basada en la igualdad, la educación y la justicia social y la paz. Se abrieron las aulas a los campesinos, se dio voz a las mujeres y se habló de cultura, trabajo y tierra. Pero una vez más, la reacción truncó ese sueño. Frente al fascismo, el pueblo respondió con heroísmo, y el Partido Comunista, al frente, creó el Quinto Regimiento, germen del Ejército Popular de la República.

Tres años resistió la República Española a los golpistas de Franco, a la Alemania nazi y la Italia de Mussolini. Y aunque la derrota llegó, las ideas no fueron vencidas. Republicanos españoles lintegraron «La Nueve», los primeros en liberar París del nazismo. Mil setecientos españoles combatieron en el Ejército Rojo y estuvieron entre quienes tomaron Berlín. Entre los primeros destacamentos soviéticos que llegaron a Berlín, al llegar la Stephanstrasse, un soldado escribió sobre el rótulo alemán: «Calle José Díaz».

Por eso no recordamos al Quinto Regimiento desde la nostalgia, sino desde el reconocimiento, la memoria y el orgullo. Como decía Dolores Ibárruri, se trata de hablar de la vida, de la lucha y de la confi anza en el futuro. Hoy, mientras el mundo atraviesa tiempos oscuros, la amenaza del fascismo resurge, inoculando odio y miedo en los barrios obreros, enfrentando a trabajadores entre sí.

Frente a esto, nuestra respuesta no puede ser el odio, sino la organización, la cultura y la solidaridad. Con audacia, como proclamaba el Quinto Regimiento: «Audacia, audacia y más audacia».

En los últimos meses, hemos visto las dos Españas de las que hablaba Machado: no izquierda contra derecha, sino solidaridad frente a odio. Tras la tragedia de la DANA, miles de personas, nativas y migrantes, se organizaron para ayudar a otros vecinos, especialmente trabajadores y trabajadoras, sin importar su origen de nacimiento. Hoy, en cambio, algunos grupos promueven la caza de extranjeros, con el respaldo de partidos que aspiran a gobernar. Detrás están los grandes empresarios, que no quieren expulsar a los migrantes, sino explotarlos más, para seguir agitando el odio entre trabajadores.

Estos días, cuando revisaba las fotografías del Archivo Histórico del PCE, había dos de ellas en las que aparecia un número muy grande de milicianos del Quinto Regimiento y empecé a recorrer los rostros de esos cientos y cientos de jóvenes, en una fotografía en la que se podía reconocer perfectamente la expresión de todos ellos.

Muchos de esos jóvenes, que en aquel momento estaban convencidos de que iban a derrotar el golpe de Estado, acabarían muriendo pocos días después, otros morirían meses después, muchos verían el fi nal de la guerra, y la mayoría serían represaliados, muchos asesinados. Otros participarían y vencerían en la Segunda Guerra Mundial, eso sí, teniendo que vivir el resto de su vida exiliados. Otros envejecerían sufriendo décadas y décadas de una dictadura, y los más afortunados, verían su final.

Quizá ninguno de los sueños que aquellos hombres y mujeres tenían en su cabeza aquel 19 de julio se cumpliría. Pero su lucha no fue en vano, permitió que 9 años después el nazismo fuese derrotado. Como no fue en vano la lucha de tantos hombres y mujeres que escribieron la verdadera historia de nuestro país a pesar de reyes e imperios, a pesar de la inquisición, a pesar de dictadores, terratenientes, oligarcas y fascistas.

¡Viva el Quinto Regimiento!

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Author: caldir.es

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